sábado, 7 de julio de 2007

Arteria (Dibujos naturalmente raros)

Una sola palabra para describir esta forma de expresión..."Rareza"
Quiero compartir una obra realizada hace algunos años por Arteria (asi es el seudónimo) y como dice el autor, fue un trabajo de aquellos que te sirven para sobrellevar un dolor, para aliviar tensiones y curar traumas.
Una expiación de males, inspirado quizás en la transexualidad.


Actualmente existen en su poder decenas de trabajos similares y algunos de verdad experimentales, pero debido a circunstancias extrañas no las da a conocer por medio de la red.
Este es uno de los dibujos que decidio ofrecer para la kimera humana


El demonio más bello que conocí

Hoy quiero compartir un escrito que guarde por un tiempo, esperando publicarlo cuando sus letras no me dolieran más.
Se titula:



El demonio más bello que conocí



Hoy cuando el último suspiro del sol deja a los mortales una herida luz
Un ángel alado me lee la última memoria tuya.

Un viento favorable devuelve a mi rostro la frescura de tu recuerdo.
Aquel que quedo tatuado y que el tiempo sufrirá por borrar.

Bailan y se retuercen las marionetas en esta sucia habitación.
Divierten mi alma, la advierten de una infeliz sonrisa.

Al lado del gran mar cristalino se encuentra tu mirada.
Perfecta simetría, embriagador perfume, calido aliento.

He padecido por olvidar aquellos labios de un rojo fuerte.
Que a mi corazón acelero y que por tanto muerto yace hoy.
Vagar por sombras intentando escapar por solo un instante de ti.
Se vuelve imposible día a día.
El esperar por tu regreso cada instante se torna gris.
Y la indiferencia tuya crece cuando mi alma muriendo esta.

Sentencia y pena de llorar por amarte.
Sabiendo lo imposible que resulta contentarte.
Cautivarte, tocarte y protegerte.

Malo es vivir en este mundo real.
Cuando en lo irreal estoy junto a ti.

Ahora cesaran mis manos de escribir, mi mente de recordarte.
Mis labios de nombrarte.
Lindo recuerdo, el único de mi oscura vida.
Una luz en mis tétricas tinieblas
Y un suspiro en ansias de muerte.
En eso te conviertes
El demonio más bello que conocí

La kimera humana




El sentido de las cosas vanas va de la mano de que el hombre se niega a aceptar su ignorancia, mas sin embargo cuando descubren su esencia abren las puertas a mundos impensables



Gracias por su visita, mientras tanto dejo para su lectura la primera parte de “El descorazonador compasivo” un trabajo basado en los ultimos relatos en vida de un ex drogadicto.

miércoles, 4 de julio de 2007

El descorazonador compasivo

Para los que visitan el blog por primera vez, les advertimos de su contenido, el cual se encuentra explícitamente detallado a la derecha del mismo.
Ahora y con el afán de persuadirlos a que visiten nuestras paginas regularmente.
Les ofrecemos la primera parte de nuestra obra mas reciente.
Esperamos encantar sus sentidos y claro, también sus comentarios
Agradecemos su visita
La historia se titula:


El descorazonador compasivo
(Un viaje sin retorno al interior de la mente humana)


Las pesadas compañías (Primera parte)



Las gotas frías del refrigerador amenazaban con mostrar el contenido que yacía guardado para nosotros.


Seria favorable observar dentro de la pequeña ranura para disimular ante las personas presentes el poderío de la gran visión.


Posturas fingidas, extremadamente obligadas, las cuales consiguen presentar una imagen fina y por mucho hipócrita.


Podemos decir a los vientos “damas y caballeros” pero ha sido muy trillada en el pasado con los espectáculos lucrativos del lado oscuro de la carpa.


Pero imaginemos por un minuto la macabra idea que fluía ante tan depravada escena, logremos con esto extirpar de cada uno los horrores encarnados en nuestra alma y nuestra piel…
Cuando por fin me arme de valor me acerque a aquel aparato refrigerante, dispuesto a mostrar aquello que contenía, las imágenes de despreciables desperfectos pasaban por mi mente haciéndome cobarde, pero en el ultimo instante logre vencer mis propios miedos.



Unas miradas interrogantes hacían de mi nerviosismo una gran mancha llamativa, veían en mi la negativa a decirles aquello que me perturbaba, que estaba a punto de fastidiarme; pero fui mas fuerte que las inclemencias, mas que nada.



Sentí aquel frió como si se tratara de un cruel invierno y como consecuencia caí en un estado demencial en donde solo estaba junto a aquella masa sanguinolenta, por fin había descubierto aquella mercancía de espanto, una manda; un encargo; un favor quizás a Satanás y del cual no habían recibido recompensa alguna.



Una mano pesada y helada cayó sobre mi cabeza apoyándose con fuerza y exclamando quizás de entre sus cavernosas arterias con una voz que me pareció al de mismo diablo…”Junta las cabezas, junta los corazones y después recibirás las gratas recompensas, las delicias de la carnalidad”



Un golpe contundente me hizo despertar del trance en el que me encontraba envuelto, unas risas burlonas sonrojaban mi rostro y creí que se trataba de un ridículo mas a mi lista de cosas entupidas.


La gente a mi alrededor parecía que se sentia unida al ridiculizarme, al mofarse de mis niñerías y al mismo tiempo finalizaba con desintegrar aquella falsa unión por atacarme, para volver a sus mundos, completamente separados de cada uno.


Era el momento correcto para emprender la huida y largarme de aquella mala experiencia con la gente que finge felicidad. Huí del lugar intentando refugiarme en los brazos de la noche, que me recibía abriendo sus grandes fauces para mí.


Continuara...



Pronto...La casa de los demonios (El descorazonador compasivo segunda parte)